martes, 16 de julio de 2013

Einstein y la fórmula de la felicidad y el éxito

Lo que sigue, muy posiblemente, será apócrifo, pero no importa demasiado. El recorte procede de la edición del 7 de diciembre de 1929 de la revista ilustrada Alrededor del Mundo, impresa en Madrid. Lo curioso no es tanto el contenido como el contexto. Bien, hay que ponerse en situación y, para ello, nada mejor que recordar el despliegue de medios que se llevó a cabo durante la
Hoy es algo casi inconcebible, pero durante los años veinte del siglo pasado, hasta prácticamente su fallecimiento mediada la década de los cincuenta, Einstein, como si de una estrella del cine o la música se tratara, se convirtió en foco constante como fuente de material periodístico. Nubes de reporteros iban tras él en sus viajes y, en las entrevistas que concedía, le preguntaban sobre cualquier tema, desde religión a economía pasando por cualquier otro asunto que fuera de interés en la época, o simplemente sobre algo que estuviera de moda. Parecía como si tener un sabio de cabecera, a escala mundial, fuera suficiente como para resolver todas las dudas mundanas. De ahí que, no podrá extrañar, que la siguiente curiosidad pudiera incluso haber sucedido realmente. Nótese en el papel del silencio en la fórmula descrita a continuación, anotada por Heliodoro Carpintero en su sección Hojas del Sábado, de la mencionada revista.

"No intente convertirse en un hombre de éxito en el dinero, sino más bien conviértase en un hombre de principios y valores"

 Un ser humano es una parte del todo, llamado por nosotros el 'Universo', una parte limitada en el tiempo y el espacio. Se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sentimientos, como algo separado del resto - una forma de ilusión óptica de su conciencia. Esta ilusión es una forma de cárcel para nosotros, restringiéndonos a nuestros deseos personales y al afecto por unas pocas personas cercanas a nosotros. Nuestra misión debe ser liberarnos de esta cárcel ampliando nuestro círculo de compasión para que abarque a todas las criaturas vivientes y a la totalidad de la naturaleza en su belleza. Nadie es capaz de conseguir esto totalmente, pero esforzarse en tal logro es en sí mismo parte de la liberación y un cimiento para la seguridad interna. - New York Post, 28 Noviembre 1972

Dar ejemplo no es la principal manera de influir en los demás, es la única


Fuente: http://curistoria.blogspot.com

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